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¿Hasta qué punto es inclusivo el mundo digital?

Imagina que intentas rellenar un formulario, pero los botones son demasiado pequeños para tu smartphone. O estás leyendo texto en una página web, pero el bajo contraste te cansa la vista. O tal vez le moleste una navegación complicada que le impide encontrar la información que busca. Para algunos, estas barreras son menores, pero para millones de personas de todo el mundo representan una lucha diaria por la participación digital.

El diseño inclusivo va más allá de las simples adaptaciones: garantiza que los productos digitales se diseñen desde el principio para que sean accesibles a todas las personas, independientemente de su visión, habilidades motrices o equipamiento técnico.

Pero, ¿cómo es un diseño verdaderamente integrador? ¿Cómo pueden evitarse las barreras desde el principio, en lugar de tener que arreglarlas después?

¿Qué es el diseño inclusivo?

El diseño inclusivo es una filosofía de diseño que pretende desarrollar productos digitales desde cero para que beneficien al mayor número posible de personas, sin necesidad de adaptarlos. El objetivo no es crear soluciones especiales para grupos concretos, sino crear un entorno digital de uso universal que sea igualmente accesible para todos. La atención se centra en la diversidad de usuarios: personas con y sin discapacidad, ancianos, personas con limitaciones temporales (por ejemplo, un brazo roto) o usuarios con distintos dispositivos finales y capacidades técnicas.

Un ejemplo reciente y muy discutido son los dispositivos de pago con tarjeta que funcionan exclusivamente a través de pantallas digitales sin respuesta táctil o auditiva. Aunque pueda parecer una solución moderna y práctica, supone una barrera importante para las personas con discapacidad visual: Sin botones táctiles ni salida de voz, el pago independiente resulta casi imposible.

Esto demuestra por qué el diseño inclusivo debe tenerse en cuenta desde el principio. Los desarrollos digitales no solo deben ser modernos, sino también inclusivos.

Los cinco principios clave del diseño inclusivo

Hay principios básicos que han demostrado su eficacia a la hora de diseñar productos digitales inclusivos:

1. Centrarse en el usuario: comprender e incluir la diversidad

Un buen diseño empieza por las personas para las que se diseña. El diseño inclusivo significa tener en cuenta activamente las diversas necesidades y capacidades de todos los usuarios, desde los que tienen deficiencias visuales o auditivas hasta los que padecen discapacidades cognitivas o motoras.

Buenas prácticas: se basan en la cocreación, es decir, en la participación directa de personas con distintas necesidades en el proceso de desarrollo. Las pruebas de usabilidad con usuarios reales ayudan a identificar y eliminar barreras desde el principio.

2. Flexibilidad y adaptabilidad: ofrecer opciones

Las personas utilizan los contenidos digitales de forma diferente. Los sitios web y las soluciones informáticas deben ser flexibles y ofrecer distintas maneras de utilizarlos.

Buena práctica: Permitir ajustes individuales, como cambiar el tamaño de las fuentes, los contrastes de color o los métodos de navegación. Herramientas de asistencia como Eye-Able® ayudan a optimizar los contenidos para diferentes necesidades.

3. Claridad y sencillez: Contenidos comprensibles y navegación intuitiva.

Un diseño claro y bien estructurado no sólo ayuda a las personas con discapacidad, sino que también mejora la experiencia general del usuario.

Buenas prácticas:

Utiliza un lenguaje sencillo y fuentes fáciles de leer.

Proporciona un alto contraste de color para que el texto y los botones sean claramente visibles.

Incluye una navegación lógica y predecible que puede utilizarse con teclado o lector de pantalla.

4. accesibilidad técnica: apoyo a las tecnologías de asistencia

Muchas personas utilizan lectores de pantalla, control por voz u otras tecnologías de apoyo. Los productos digitales deben ser compatibles con estas tecnologías.

Buenas prácticas:

Utilice código HTML semántico y atributos ARIA correctos para que los lectores de pantalla puedan interpretar el contenido correctamente.

Evita las señales puramente visuales: los formularios, botones o enlaces deben poder utilizarse sin ratón ni pantalla táctil.

5. Pruebe con usuarios reales: Identifique los obstáculos en una fase temprana

Nadie puede hacer un seguimiento de todos los retos, por lo que es esencial realizar pruebas con usuarios reales.

Buenas prácticas:

Realice pruebas de usabilidad periódicas con un grupo diverso.

Utilizacontroles de accesibilidad automatizados y manuales para identificar las barreras en una fase temprana.

El diseño inclusivo mejora el mundo digital para todos

El diseño inclusivo no sólo significa mayor equidad, sino también mejores productos. Cuando los servicios digitales son accesibles para todos, todos se benefician:

Mejor experiencia de usuario: los sitios web claros, intuitivos y accesibles son más agradables para todos los usuarios*.

Mayor alcance: Cuantas más personas puedan utilizar fácilmente los contenidos, mayor será la audiencia potencial.

Cumplimiento legal: Muchos países tienen requisitos legales de accesibilidad digital (por ejemplo, la Directiva de la UE sobre sitios web accesibles).

Innovación: Las empresas que se centran en el diseño inclusivo suelen desarrollar soluciones más creativas e innovadoras.

Las ofertas digitales deben tender puentes, no barreras. El diseño inclusivo garantiza que se tenga en cuenta a todas las personas desde el principio. Esto supone una gran ventaja para los operadores de sitios web, ya que el contenido es accesible y no es necesario corregirlo a posteriori. Sólo queda decir que si diseñamos productos digitales inclusivos desde el principio, no sólo se beneficiarán unas pocas personas, sino todos.

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